Por Dane Avanzi

“La tecnología no es dócil”. Lo dijo Joseph Alois Schumpeter, considerado por muchos como el Profeta de la innovación y uno de los economistas más prominentes del siglo XX. Cualquier semejanza no es coincidente con lo que hoy sucede en el ecosistema de tecnologías de la información, comunicación e internet. El caso de información íntima de millones de usuarios del sitio de relaciones románticas Ashley Madison, volver a la cruda realidad acerca de cómo el entorno de internet es inseguro cuando se trata de información visceral, incluyendo la vida financiera de los implicados.

En medio de inseguridad hoy probada para ser instalado en el entorno de internet, sólo una cosa es cierta: no será el primero ni el último ataque. El año pasado sucedieron varios ataques contra Sony, que millones de usuarios de la plataforma PlayStation juegos virtuales, hackeado, incluyendo sus números de tarjeta de crédito. El caso de Ashley Madison ha tenido, y todavía pueden haber consecuencias drásticas a los usuarios del sitio, después de haber sido anunciados dos suicidios en Canadá la semana pasada.

[cml_media_alt id='2565']5-grandes-perigos-da-internet_g[/cml_media_alt]El tema es complejo y tiene ramificaciones que van más allá de la internet como industria. Desde un punto de vista legal, por ejemplo, cabe señalar que la mayoría de las democracias en el mundo, el derecho a la libertad y a la intimidad como principios básicos en cuanto a garantías individuales de sus ciudadanos. En este contexto, cualquier tecnología que propone brindar un servicio, cualquiera que sea, debe tener en cuenta la necesidad de asegurar el mayor grado posible de seguridad para sus usuarios. Hecho que no ocurrió en este caso. Hay incluso rumores de que el sitio tuvo numerosos perfiles falsos de mujeres (95%), según el sitio web Gizmodo. Si es verdad, un robo colectivo internáutico.

Según estadísticas de la UIT-Unión Internacional de telecomunicaciones, agencia especializada de la ONU para las telecomunicaciones, en base a datos proporcionados por Symantec, una compañía global especializada en ciberseguridad, el segundo 18 usuarios de Internet sufren algún tipo de ataque criminal, resultando en 1,5 millones de víctimas afectadas en diferentes regiones del planeta. Teniendo en cuenta esto entre muchas otras debilidades, incluyendo los gobiernos mantienen a salvo de los hackers, asuntos de estado, me pregunto: ¿estamos preparados para la siguiente etapa de la internet, publicado ahora por la industria de tecnologías de la información y la comunicación como Internet Internet de las cosas, o simplemente Internet de las cosas?

No creo. Al parecer, se empezaron a construir un rascacielos de la parte superior hacia abajo, no preocuparse de las fundaciones, que es muy peligroso. ¿Aparte de eso, otra pregunta viene a la mente de las personas, pensando en Internet de las cosas: ahora lo que vamos a tener seguridad en el mundo hipotético de “Los Supersónicos”, diseñado por los principales actores de la industria tecnológica con respecto a la seguridad de los activos tangibles e intangibles, así como la garantía de los derechos individuales, como el derecho a la libertad y privacidad?

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¿Las empresas seguirán buscando solamente beneficio sin preocuparse por sus clientes? ¿Las relaciones humanas se distraen con las relaciones de consumo reducidas a cálculos personales crudos de costo y beneficio? Desafortunadamente, la respuesta puede no ser buena. De hecho, hoy en día, gran parte de nuestra privacidad está ya gravemente dañado por los motores de búsqueda que literalmente saben todo de TI: lugares has estado, preferencias de productos, su dirección, su profesión, entre muchos otros datos. No sólo es asignada que no conecta y no tiene un smartphone o una cuenta de Google, Microsoft o Facebook.

Tanto como lo hacemos (tal vez incluso más), Schumpeter vivió en un período turbulento y lleno de innovaciones. Nacido en 1883, vivida hasta 1950. No era un mero teórico intelectual, experimentó la economía de su tiempo en diferentes momentos de su vida. Reflexivo, reconoce todos los beneficios del capitalismo y cree que los males causados por la incomodidad de las innovaciones superarían sus beneficios en muchos otros ámbitos sociales. Sin embargo, fue llamado el capitalismo, en el contexto actual, representado aquí por los principales actores del ecosistema de internet, “steamroller” y a través de las innovaciones como una forma de “destrucción creativa”, la base de la creación y destrucción de los mercados, que en una visión macroeconómica ahora genera, ahora termina ciclos económicos.

Assevere aquí que los conflictos entre controladores, operadores de telefonía móvil y Uber, WhattsApp, son choques simples y desarrollos de esta fuerza llamada “destrucción creativa”. Sin duda, estaría asombrado y curiosidad por el mundo hoy si él estuviera aquí entre nosotros. A diferencia de otros grandes economistas como Adam Smith o John Maynard Keynes, no creó ninguna teoría, pero dejó en su legado de reflexión que nada detiene la fuerza primitiva, ciego y amoral que, consciente o inconscientemente, a menudo motiva y conduce la economía, empresas y seres humanos.

Fuente: [Tribuna Norte]

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